domingo, 14 de septiembre de 2014


Serie “Cómo alcanzar la paz interior”: 2. Relajarse



Seguimos con la serie “Cómo alcanzar la paz interior”. En el paso 1 vimos la importancia de Reeducar la mente. Es éste paso vamos a hablar de cómo relajarse.

¿Te imaginas a alguien con paz interior que esté tenso, estresado o alterado? Es obvio que tener paz interior implica relajarse, aunque estar relajado no significa necesariamente tener paz interior.
La relajación es un estado natural, en que deberíamos permanecer la mayor parte del tiempo, en cualquier momento del día, aunque estemos trabajando, debatiendo o haciendo cualquier cosa.
Relajarse es más que una técnica que aplicar cuando llegues a casa. Relajarse es una forma de vivir. Imagínate cómo sería llevar ese estado de relajación a cada una de las actividades de tu vida, a tu día a día: caminar despacio, observar el mundo que te rodea, sonreír, sentir a las personas…

¿Qué es el estrés?

El estrés es una reacción del cuerpo a un estímulo externo que entendemos como un peligro (puede ser un peligro real o no). Cuando ese estrés se mantiene de forma continuada sufrimos ansiedad. En el fondo, la causa principal del estrés es el miedo: miedo a no ser capaz de afrontar con éxito el peligro que se nos presenta. Puedes comprobar si sufres ansiedad aquí:Síntomas para detectar el estrés.

¿Cómo relajarse? 25 Maneras de introducir la relajación en tu vida.

La única manera de aprender a relajarse es trabajando: cualquier cambio en tu vida implica un trabajo personal, individual y continuo.
Éstas son algunas maneras que uso yo para permanecer relajada. Soy una persona muy nerviosa y la relajación todavía para mí es una asignatura pendiente: sigo trabajando en ello.
  1. Practica ejercicios de relajación.  Asiste a un curso o busca por internet técnicas o vídeos con ejercicios. Y ponlos en práctica, claro. Empieza poco a poco, y con el tiempo irás obteniendo progresos.
  2. Busca el equilibrio cuerpo-mentecomiendo sanohaciendo ejercicio físico, durmiendo las horas suficientes.
  3. Medita. Muchos son los beneficios de la meditación, entre ellos la relajación. Empieza con 2 minutos diarios, y luego vas aumentando el tiempo.
  4. Haz relajaciones instantáneas. En tu día día, toma conciencia de si estás relajado. Observa tu postura corporal, y en el momento en que te sientas estresado, cambia el “chip”. Escoge una frase o mantra para decírtela mentalmente en estos instantes (tipo: “rélajate”,  “tranquila” o “todo está bien”).
  5. Cuida tu respiración. Realiza respiraciones diafragmáticas y profundas (desde el vientre). Esto reducirá tu ritmo cardíaco, mejorará tus digestiones, te ayudará a dormir mejor y calmará tus emociones.
  6. Date un masaje. El masaje ayuda a relajarse. Podemos aplicárnoslo a nosotros mismos o solicitarlo a otra persona.
  7. Gestiona tu tiempo. Usar métodos como GTD u otros para gestionar el tiempo ayuda a relajarnos. Adecúate a lo que tienes y no olvides dedicarte tiempo a ti mismo y a tus seres queridos.
  8. Cambia de hábitos. ¿Qué hábitos te estresan más? Cámbialos. Si hay atasco cada vez que vas al trabajo, plantéate ir en bicicleta, andando o en autobús, por ejemplo.
  9. Mantén tu autoestima alta. Cuando no nos queremos a nosotros mismos no creemos en nosotros y nuestras posibilidades, y esta situación es causa de estrés. Busca formas de aumentar tu autoestima: elógiate y acepta elogios, cambia pensamientos negativos por positivos, no te compares con otros, acepta y aprende de tus errores, etc.
  10. Reeduca tu mente. Muchas veces el problema sólo existe en tu cabeza.
  11. Practica las visualizaciones. Siéntate un lugar relajado y recrea tu lugar ideal. Visualízalo y siéntelo: el agua, la hierba, los pájaros, el viento, el sol…
  12. Tómate un baño relajante. Usa agua caliente y esencias aromáticas. Son sólo 10 o 15 minutos. Te quedas nuevo. Date ese capricho una vez al mes. (No más: ¡hay que cuidar el agua del planeta!)
  13. Come conscientemente. Saborea cada bocado. Decora tu mesa con velas o flores. Disfruta con los 5 sentidos.
  14. Amplia tu círculo de relaciones. Nuestra familia, amigos, nos ofrecen cariño, alegría… La comunicación con los demás es lo que más nos llena. Sonríe. Saluda, Inicia una conversación. Dale a los demás la oportunidad de conocerte.
  15. Gestiona tus emociones. Las emociones pueden romper nuestra paz interior. Ser conscientes de que estamos sumergidos en una situación emocional es el principio para salir de ella.
  16. Disfruta los sentidos. Cuando vayas a trabajar, a comprar…observa lo que hay a tu alrededor, huele, oye… Mantén contacto físico con las personas de tu alrededor, saborea lo que comes.
  17. No intentes controlarlo todo. Hay muchas cosas que no dependen de nosotros: acéptalo. Sólo tenemos auténtico control sobre nuestros actos y sobre nuestros pensamientos. No intentes controlar a otras personas. Acepta los cambios: no hay nada que permanezca.
  18. Supera tus miedos. El miedo es la principal causa de estrés y de ansiedad. Nos impide avanzar en nuestra vida. Primero delimita el miedo. Luego averigua la causa. Para superarlo tienes que enfrentarte a él.
  19. Cuidado con las expectativas. Cuando algo o alguien no es como esperábamos, nos produce estrés. También cuando nos proponemos metas inalcanzables. Mantén tus expectativas a raya.
  20. Funde el pasado. ¿Qué acciones del pasado te atormentan? Reconstrúyelas en tu mente. Perdónate a ti mismo y a los demás. No podemos cambiar el pasado, pero sí nuestra actitud hacia él.
  21. Permanece en el presente, en el aquí y en ahora. Sé consciente de lo que haces en todo momento. No juzgues lo que ocurre, sólo vívelo.
  22. Presta atención a la naturaleza. Sal a pasear al campo. Presta atención a los colores, olores, sonidos… Abraza a un árbol. Anda descalzo sobre la hierba. Siente.
  23. Canta, ríe, juega…observa a los niños: ¿los ves estresados? Vuelve a ser un niño.
  24. Practica Yoga, Taichi, Chi kung o cualquier otra disciplina que te ayude a relajarte.
  25. Ten una actitud positiva frente a la vida. Podemos ver la vida como queramos, sólo depende de nosotros. Aplica el ejercicio de ser consciente y ante cada situación que nos afecte, valora lo ocurrido y escoge el lado positivo.

Espero que te sirvan estos consejos. Y recuerda: para relajarse hay que trabajar. ¡Sin esfuerzo no hay recompensa!

No hay comentarios:

Publicar un comentario