miércoles, 26 de marzo de 2014



La noche es perfecta, todo es silencio mientras brotan algunas palabras que se sienten muy profundo, un café recién hecho, buena música para capricho de mis oídos y una mente que se abstrae de todo cada vez que se detiene ante esta nada que fecunda la noche. Latidos serenos de un corazón que vibra a pleno ante esta desenfrenada pasión por las cosas simples que me recuerdan lo mucho que el amor conmueve cuando en noches como ésta, los más frágiles momentos de mi historia vienen uno a uno, no se detienen y puedo verlos siendo solo momentos. Qué bello es todo cuando solo cuenta la observación sin prejuicio, sin juzgamiento, sin demasiadas preguntas, sin ninguna pretensión mas que estar así, quieta ante cada recuerdo, muy quieta...
Llega un momento de la vida en que cada instante de todas las noches y de todos los días es perfecto. ¿Sabes por qué? Porque son solo eso, instantes que transcurren sin un pasado que los detenga ni un futuro que los empañe, son solo instantes que se miran con la presunción de que nada es para siempre y de que solo existe este ahora en el que estoy respirando mi presente sin ningún tipo de especulación. 
De hecho no es demasiado el tiempo que llevo sintiendo de este modo y cada día tengo la mayor certeza de que no son los momentos ni los instantes, sino cómo los vivo y cómo les doy la libertad que merecen en mi corazón. Y aquí no hay más testigos que lo plasmado en el alma, todo eso que más allá del tiempo quedó tatuado con algunos nombres y testimonios que perdurarán en el silencio de Dios, mientras yo viva. 
Hoy solo queda un profundo respeto por aquel tiempo en que vivía distraída, incrédula, indiferente, abrazada al dolor como única alternativa sin siquiera imaginar que todo aquello estaba significando la mayor interferencia para alcanzar este hoy: pero como siempre digo, todo ha sido absolutamente necesario y también ha sido perfecto tal y como fue. 
Hoy... Me gozo con saber que soy ese grano del café que estoy tomando y que también soy el agua y los minerales que alimentaron ese grano de café, soy aquel mineral que alimentará a otros productos que alimentarán a otros hombres. Soy la que fui, la que seré y la que nunca dejaré de ser porque soy esa energía que está cambiando constantemente. Y esta es mi existencia, tu existencia y la existencia de todo cuanto somos capaces de percibir y lo que no, porque todas las dimensiones están siendo aquí y ahora, porque éste es ese mismo Dios que tanto estuve buscando en lugares equivocados, hasta que comprendí que Él no es más que la propia existencia que nos contiene. 
Y es a partir de aquí que todos los instantes de todos los momentos de todas mis noches y mis días son perfectos y que mi paz es absoluta y radical. Es a partir de aquí que nació el entendimiento y posterior comprensión de que mucho dolió mientras fui presa de aquella ignorancia que agitaba mi mente mientras intentaba ser racional. ¿Se trataba acaso de comenzar a dejar de ser tan racional?
Con inmenso amor y mi mayor respeto...
__Eliana Moyano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario