jueves, 10 de abril de 2014



Osho Zen: Control

Las personas controladas siempre están nerviosas, porque en lo profundo está oculto un torbellino. Si no estás controlado, si fluyes, si estás vivo, entonces no te sientes nervioso. No tiene sentido estar nervioso: lo que tiene que suceder sucede. No tienes expectativas con respecto al futuro, no estás fingiendo. Así que, ¿por qué tendrías que estar nervioso? 

Para controlar esta mente, uno tiene que permanecer tan frío y congelado, que la energía vital penetra en el cuerpo. Si se permite a la energía moverse, todas estas represiones saldrá a la superficie. Por eso, la gente ha aprendido a ser fría, a tocar a otros sin tocarlos, a ver a otros sin verlos. La gente vive con clichés: "hola, ¿cómo estás?". A nadie realmente le importa. Esto solamente se hace para evitar el encuentro real entre dos personas. La gente no se mira a los ojos, no se coge de las manos, no intenta sentir la energía del otro, no se permiten fluir el uno con el otro. Tienen miedo; simplemente aguantan. Fríos y muertos, están metidos en una camisa de fuerza.


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