domingo, 2 de febrero de 2014




¿Sabes cómo se direccionan los pensamientos y emociones negativas?

Es de suponer que debemos conducirnos siempre hacia un mejor estado emocional con el objeto de reivindicar nuestra calidad de vida.
La negatividad suele ser una trampa en la que muchas veces caemos y se nos dificulta avanzar cada vez más porque a medida que esta trampa nos atrapa en sus redes terminamos siempre redireccionando nuestra vida hacia atrás. 
¿Cómo haríamos entonces para comenzar a dar pasos siempre hacia adelante llevando nuestras emociones hacia el lugar exacto donde queremos estar? No olvidemos que donde están nuestras emociones, ahí estamos nosotros. 
Primero que nada debemos ser honestos con nosotros mismos !!! Preguntarnos si en verdad queremos o no queremos movilizar nuestra vida y darle un verdadero sentido. Para lograr este objetivo debemos aprender a observarnos a nosotros mismos. Comprender si lo que estamos sintiendo es inseguridad y si realmente es por eso que no nos animamos al cambio.
LA INSEGURIDAD ES TEMOR, ES MIEDO !!! Y quien vive desde el temor no solo no avanza sino que termina rompiendo cualquier imagen o deseo de un futuro posible. ¿Te has observado ya? ¿A qué le temes? Piensa en las diferentes respuestas que se te puedan ocurrir. Puede ser que le temas a la soledad, a no ser aceptado por tus afectos o tu entorno, a quedarte sin amigos, sin marido, sin trabajo, sin dinero. Quizá le temas a la enfermedad, al dolor, a la vejez, a la muerte. ¿Sabías que el miedo paraliza hasta a las personas más fuertes?
¿Si yo te dijera que todo eso a lo que le temes es una vil mentira? ¿Que nada de lo que supones es realmente como te lo imaginas? No le estás temiendo a la soledad ni a la muerte sino a lo que te imaginas con respecto a ello, a las preguntas que te haces sobre ello. 
El miedo es una emoción que responde a esas preguntas que habitualmente nos hacemos con respecto a alguna circunstancia de vida. Qué bueno sería que fuéramos capaces de vivir sin miedos, solo deberíamos comprender y aprender a dirigir nuestras emociones; pero con atención, estar atentos a cada pregunta que nos hacemos cuando la mente nos dibuja la palabra soledad o muerte. Solo si estamos bien despiertos y atentos a esa pregunta interna seremos capaces de redireccionar nuestras emociones, de inclinar la balanza a vivir en positivo y de animarnos a Ser y a elegir permanentemente, sin ningún condicionamiento. 
Si decimos por ejemplo: Hoy por hoy temo salir a la calle porque la delincuencia acosa y la inestabilidad de esas personas asusta. Si antes de salir te preguntas: ¿Qué cosas malas me pueden suceder en la calle? No pasará ni un segundo y tendrás en tu mente una lista terrible de los diferentes riesgos a los que te estarás por enfrentar. Si eres bueno para visualizar imágenes hasta podrás verte viviendo esas mismas situaciones que tu mente te está marcando paso a paso, éste es el momento entonces en que comienza el verdadero calvario emocional. Esto sucede porque a nivel inconsciente no alcanzamos a distinguir perfectamente lo que es la realidad y la imaginación, el inconsciente solo toma cada situación como real y comienza casi inevitablemente la gran maratón del miedo. 
Si somos capaces de observar este proceso con atención veremos que nada de eso está realmente ocurriendo sino que nuestra mente lo está provocando. Entonces... ¿Cómo dirigir nuestra mente hacia el lado opuesto del miedo? Enfocándonos exactamente en lo contrario !!! Lo creamos o no, la mente debe ser comandada por nosotros y no ser nosotros quienes obedezcamos todo el tiempo a sus antojos. En este proceso absolutamente factible nos veremos poco a poco liberando temores y después de un tiempo necesario estaremos logrando virar nuestros pensamientos en positivo y lógicamente nuestra vida estará dando un giro abismal.
Imagino que muchos se estarán preguntando si realmente es tan fácil redireccionar las emociones y los pensamientos, y mi respuesta es SÍ !!! Evitemos siempre toda intensión de miedo cambiando esos pensamientos exactamente por los contrarios. Salgamos a la calle convencidos de que si bien le suceden cosas a la gente, nada de eso nos tocará a nosotros. Pensemos y repensemos que todo va a estar bien, que vamos a caminar por la calle tranquilos; pero convencidos que nada desagradable va a sucedernos. Hagamos estos pensamientos conscientes y con mucha fe. No alejemos la tranquilidad, acerquémonos a ella desde nuestro pensar y vamos a comprobar inclusive que aquí no hay magia alguna, que solo las circunstancias y situaciones están obedeciendo a nuestros pensamientos.
No todas las cosas que nos ocurren en la vida son malas y muchos de nuestros temores jamás se hacen realidad; pero según la intensidad con la que estemos creando estos pensamientos de temor y miedo estaremos sosteniendo una absurda realidad que aunque parezca real, no existe !!!
Aquí la cuestión se tornará más y más perjudicial mientras sigamos enfocando intensamente nuestros temores hacia una realidad posible porque de esta manera terminaremos provocándola. Intenta creer en esto y comenzarás a conocer uno de los tantos caminos para alcanzar la verdadera PAZ que somos !!!

Con el amor de siempre...


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