Hoy quiero poner atención en las prisas, nos pasamos la vida corriendo de aquí para allá, hacemos muchas más cosas de las que son necesarias. Pongamos un poco de sosiego a nuestra vida, a nuestro día a día que no nos permite DISFRUTAR de lo que nos acontece. ¿De qué nos sirve tener tanta prisa?
Poner consciencia, no exigirnos tanto, no querer llegar a todo, pararnos en algún momento está en nuestras manos. ¿No os pasa que os sentís mal si un latoso resfriado os para? pues son simples señales de nuestro cuerpo que nos piden que nos detengamos un poco, que no sintamos culpa al descansar, al dar un paseo, al perder un poco el tiempo.
El tiempo es nuestro, alguien se inventó que tenemos que atraparlo, perseguirlo, regalarlo, venderlo... pero es nuestro por derecho y ya es hora de que lo disfrutemos tan solo un poco más de lo que habitualmente lo hacemos.
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