La cebolla: un remedio milenario
La cebolla… la sabiduría popular suele decir que lo cura todo, que entre sus múltiples capas, las mismas que nos hacen llorar, se esconden remedios para casi cualquier dolencia o afección, es más, en los siglos pasados tenía incluso connotaciones mágicas: se decía que ahuyentaba los malos espíritus, y que si ponías una cebolla debajo de la almohada podías tener sueños proféticos.
Mitología a parte, cabe decir que las propiedades de la cebolla se conocen desde la antigüedad pero que sus respaldos científicos llegaron sobre todo en 1919, cuando un médico de EEUU aterrado por la visión de tantos muertos en la epidemia de gripe de esta época, se dio cuenta de algo verdaderamente partícular: había una familia de granjeros que estaban completamente sanos, ningún miembro de su extensa familia había contraído la enfermedad ¿a qué se debía? La mujer de la casa se había limitado a seguir las mismas tradiciones que sus antepasados en Europa ante epidemias de Peste o cólera: colocar cebollas en las ventanas y esparciéndolas por toda la casa. Cuando el médico las analizó bajo el microscopio se dio cuenta de que el virus de la gripe estaba adherido a las capas de la cebolla. Sencillamente asombroso.
Hoy en día se la usa para múltiples aplicaciones medicinales, y además de ello, como todos sabemos, se considera a la cebolla como uno de los bulbos con más virtudes y uno de los más sabrosos para condimentar y acompañar cualquier plato.
Beneficios de la cebolla
Mejora la circulación y regula la hipertensión
Gracias a su componente de “aliina”, le permite dotar al organismo de grandes propiedades antitrombóticas, evita los coágulos en la sangre y consigue que ésta fluya con normalidad regulando el colesterol, la hipertensión y evitando así accidentes coronarios y anginas de pecho. ¿Cómo podemos sacar partido de la cebolla para conseguirlo? Basta con macerar 300 gr de cebolla machacándola con un litro de agua durante 15 horas. Podemos tomarnos hasta tres vasos al día.
Diurético
Nos ayuda a eliminar líquidos corporales, siendo así enormemente beneficiosa para estados reumáticos, situaciones de gota, edemas… etc. En este caso sería muy adecuado macerar 50 gr de cebolla machacada previamente, y mezclándola luego con un vasito de vino y tres de agua. Podemos beber también 3 vasos al día.
Múltiples vitaminas que nos despiertan el apetito
La cebolla suele utilizarse mucho con el ajo y el ají rojo, un sazonador muy sabroso y utilizado en muchos países. Su composición a base de vitamina C nos ayuda a absorber el hierro aportándonos además múltiples anticuerpos. Dispone además de Vitamina C, E, B, magnesio, fósforo, calcio y fibra.
Bactericida
La cebolla tiene azufre, lo sabemos, es ese componente que nos arranca las lágrimas y cuyo olor nos llega de inmediato cuando la estamos cortando. Y aunque molesto es sin duda una de sus mejores virtudes porque es precisamente el azufre lo que nos ayuda en los procesos infecciosos, ya sea en las gripes, en las faringitis, en las bronquitis… y no solo eso, es perfecta cuando sufrimos por la presencia de algún tipo de batería intestinal o cuando tenemos diarrea. ¿Qué podemos hacer? Podemos elaborar un sencillo jarabe de cebolla: Cocemos dos cebollas con medio litro de agua, al caldo que obtenemos le añadimos cinco cucharadas demiel, lo removemos bien para obtener el jarabe e intentamos tomarnos tres tazas al día.También es muy efectivo hacer vahos de cebolla cuando el agua está hirviendo.
Beneficios digestivos de la cebolla
La cebolla nos ayuda en la digestión, estimula el hígado y la vesícula, de ahí que sea muy adecuado acompañar nuestros guisos con cebolla, siempre de modo equilibrado y con una dieta sana. Pero eso sí, hemos de advertirte que si padeces de acidez estomacal o tienes cualquier problema en el estómago la cebolla no es recomendable; aunque cabe añadir que recientes estudios han demostrado que el consumo de cebolla ayuda a evitar la aparición de células cancerígenas en el estómago, de ahí que en la medida que podamos siempre es beneficioso su consumo equilibrado.
Para las picaduras de insecto
Gracias a sus propiedades bactericidas, las cebollas son unos desinfectantes excelentes en caso de picaduras de insectos, basta con mojar la zona afectada con el líquido de una cebolla fresca.
Como curiosidad…
Existe un remedio eficaz para evitar el desagradable efecto secundario que solemos tener al consumir cebollas, ya sabes, el mal aliento. Según John Graham, un científico de California, basta con beber un vaso de agua inmediatamente después de comer cebolla. Se anulan enseguida los efectos y podrás hablar e incluso besar a alguien sin que quede rastro del mal aliento.
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