Practicar el budismo es tomar las riendas de la propia vida. Lo que sembramos es lo que cosechamos. Las acciones de siembra son de mente, boca y cuerpo. Si nos dejamos guiar por las buenas intenciones hacia los demás en nuestros pensamientos, palabras y acciones, seremos felices. En cada objetivo de vida pongamos el acento no solamente en nosotros sino simultáneamente en los demás, de esa manera podemos comenzar ahora mismo, de instante en instante, a edificar un futuro de paz y felicidad.

Gassho.